IFD CERESO
TEORÍAS PEDAGÓGICAS. PRECURSORES. ILUSTRACIÓN
Juan Jacobo Rousseau
Nos detendremos en Juan Jacobo Rousseau, aunque sus ideas pertenecen a la ilustración, en algunos aspectos tuvo diferencias con los demás pensadores ilustrados, por ejemplo, consideraba que el hombre nace bueno y es la sociedad la que lo corrompe, en ella conoce los vicios, la propiedad, obligaciones, mentiras, engaños y castigos, piensa que la educación debía encaminarlo a que aprenda a través de la experiencia, acercándose a la naturaleza y a su propia naturaleza para que la pueda dominar.
Algunas ideas que aportó al pensamiento pedagógico:
“Se consiguen las plantas con el cultivo, y los hombres con la educación” (Rousseau, 1762, p.9) en esa afirmación indica el valor de la educación para los seres humanos; para el autor, existen tres maestros: la naturaleza, los hombres y las cosas, de estos tres el único que no depende del individuo es el de la naturaleza, es el relacionado con el crecimiento, lo biológico; el de las cosas es el que se logra con la experiencia de cómo le afectan los objetos, el de los hombres está relacionado con lo que le enseñan aunque no se puede manejar totalmente porque los seres humanos no se pueden dirigir totalmente. Para que la educación sea buena, afirma, que estas tres educaciones tienen que tener el mismo fin.
Sostiene que la educación comienza por los sentidos: En los inicios de la vida, cuando la imaginación y la memoria aún son inactivas, el niño sólo está atento a cuanto afecta a sus sentidos; las sensaciones, siendo los primeros materiales de sus conocimientos (…) Es de este modo como aprende a sentir el calor, el frío, la dureza, la blandura, el peso y la ligereza de los cuerpos; a juzgar de su tamaño, de su figura, y todas sus cualidades sensibles, mirando, palpando, escuchando, y sobre todo comparando la vista con el tacto, y apreciando con los ojos la sensación que causan sobre sus dedos. (Rousseau, 1762, p.30).
Argumenta que lo más importante en la educación es preparar para la vida en sociedad, para formarse primero como ser humano y luego poder tomar decisiones, antes que formar para una profesión; Rousseu considera que “En el orden natural, los hombres son todos iguales; luego, su vocación común es el estado del hombre (…). El oficio que quiero enseñarle es el vivir.” (1672, p. 12).
Defiende la educación de los niños dejándolos ser niños, en libertad, sin excesiva protección, está contra el abuso tanto en cumplir con todos sus deseos (criando un niño tirano, que cuando crece por todo se frustra) como reprimiéndole en todo (criando un niño acostumbrado a la servidumbre que no va a saber actuar con autonomía). Hace una crítica diciendo que se “le instruye en todo, menos en conocerse, menos en dar frutos propios y en saber vivir y labrar su felicidad” (Rousseau, 1762, p. 18), cuestión que hasta hoy se discute tanto en los ámbitos pedagógicos como en el área de la Psicología.
Algunos consejos que da Rousseau (1762) a los que pretenden educar a los niños y jóvenes:
- hay que tratar al alumno conforme a la edad, no exigirle más de lo que puede hacer
- ser firmes al educar, no “dejarle que fluctúe entre su voluntad y la vuestra y que le disputéis cuál de los dos ha de ser el amo” (p.52)
- refiriéndose a que para educar a otro hay que ser maduro, dice: “debéis tener presente que antes de atreverse a comenzar la empresa de formar un hombre es del todo imprescindible que uno mismo se haya hecho hombre, y
- hallar en sí mismo el ejemplo que se debe proponer” (p.55)
- no utilizar castigos o reprensiones sino dejar que aprenda con la experiencia
- “No se deben dar preceptos, sino hacer de manera que los encuentre el alumno” (p.21), no está de acuerdo con “enseñar siempre a los niños lo que por sí mismos aprenderían mucho mejor” (p.40).