Educación Sonora y Musical - 1º C.B.
Percibir sonidos
Las ondas sonoras captadas por el oído externo (pabellón auditivo), ingresan por el canal auditivo hasta llegar al tímpano haciéndolo vibrar. Una serie de diminutos huesitos (martillo, yunque y estribo) transmiten esas vibraciones al oído interno, provocando la vibración del fluido que se encuentra en la cóclea o caracol. A su vez, la mencionada vibración estimula las células auditivas, que a través de terminales nerviosas envían al cerebro los impulsos eléctricos que permiten decodificar y entender el sonido. En la cóclea se encuentran unas 20.000 células auditivas, las cuales van sufriendo un desgaste progresivo con el correr de los años. Es normal sufrir de presbiacusia (perdida de la definición de la audición) a los 70 años aproximadamente. Lamentablemente, en la situación de contaminación sonora en la que vivimos en la actualidad, la presbiacusia se está diagnosticando en personas más jóvenes.
La cantidad de células que hemos mencionado, determina la cantidad de frecuencias que nuestro oído puede escuchar. Todos aquellos sonidos que se encuentren en una frecuencia superior a 20000 Hertz quedarán fuera de la posibilidad de ser escuchados por nosotros.
Sordera o hipoacusia
Los audífonos constituyen una ayuda para las personas con pérdida de audición, pero que no son completamente sordos. Tienen un micrófono, un amplificador y un parlante, todos diminutos. Últimamente se han creado "Nano auriculares", auriculares que se colocan solo en el canal auditivo, disimulando mucho su utilización.