Algunas consideraciones previas
Como ya se planteó en la Fundamentación del curso, en la textualidad analógica, tal como sostiene Solé (1998), el proceso de comprensión del texto se da en cooperación entre lector-texto-escritor, lo que requiere de la necesidad de enseñar estrategias que permitan al lector dotarse de objetivos de lectura, actualizar los conocimientos previos relevantes, establecer inferencias de distinto tipo, revisar y comprobar la propia comprensión mientras se lee, tomar decisiones adecuadas ante errores o fallos en la comprensión, recapitular el contenido, resumirlo y ampliarlo. En la era de las tecnologías de la información y comunicación, se necesitan de estas y de otras estrategias por tener el texto digital rasgos que lo hacen distanciarse del texto impreso y que exigen que el lector-escritor de hipermedia-hipertexto aprenda a diferenciar un tipo de enlace de otro, ejercite una capacidad de razonamiento deductivo mayor y realice inferencias más complejas (Coiro, 2003).
Así como leer en la red significa aprender nuevas estrategias de abordaje del texto electrónico, escribir en ella es desarrollar la competencia escrita utilizando herramientas tecnológicas. Para escribir, se deben poner en funcionamiento saberes complejos -conocimiento del mundo, conocimiento de los esquemas textuales más frecuentes, conocimiento del tipo de audiencia o destinatarios y conocimiento de tipo lingüístico (Camps y Ribas, 2000)- pero también, saberes que surgen del uso de las nuevas herramientas. Estos requieren aprender a crear múltiples enlaces, a acopiar, en un solo texto, textos multimedia dispersos, y a tener conocimiento de nuevos géneros discursivos que se han ido generando y que son inimaginables en contextos analógicos. Además, supone desarrollar estrategias de incorporación de vínculos, reconocer con propiedad la utilidad o no de esos vínculos y tener conciencia de si el hipertexto- hipermedia elaborado cumple con los objetivos fijados por su escritor (Caramés, 2012).
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