Propósitos

La enseñanza del lenguaje, por su carácter transversal, está involucrada en los procesos de enseñanza y aprendizaje de cada una de las disciplinas que integran el Ciclo Básico de Educación Secundaria. La inserción en el discurso disciplinar conlleva a que el alumno tenga que leer y producir textos de uso frecuente en el ámbito académico tales como manuales de estudio, diccionarios, enciclopedias, artículos de divulgación, exámenes, consignas, informes, definiciones, etc. En este sentido, esta unidad tiene como propósito primordial que el joven incorpore estrategias y recursos relacionados con diversas necesidades comunicativas (especialmente aquellas vinculadas con los procesos de lectura y escritura de textos de estudio) que se plantean en el ámbito académico para favorecer los procesos de enseñanza y de aprendizaje de cada disciplina.

 Por ese motivo, se proponen actividades para que el joven aprenda

  • a concentrarse,
  • a realizar lecturas con distintas intenciones,
  • a activar los conocimientos previos,
  • a realizar anticipaciones y predicciones,
  • a activar diversas estrategias léxicas,
  • a identificar la acepción más adecuada al interpretar un texto y seleccionar el término más adecuado al producirlo,
  • a realizar diversos tipos de inferencias sobre el orden de las ideas, el contenido y la organización de los textos,
  • a leer y producir definiciones,
  • a reconocer y elaborar diversos procedimientos explicativos,
  • a seleccionar conceptos clave,
  • a jerarquizar ideas,
  • a realizar resúmenes,
  • a parafrasear y realizar reformulaciones,
  • a incorporar conocimiento sobre la estructura de su lengua para autocontrolar sus procesos.

Concretamente, estos procedimientos cognitivos y lingüísticos se ponen en juego en los textos de estudio, textos con una modalidad principalmente explicativa, con una sintaxis y un vocabulario determinados, con un registro formal y un contenido especializado que se vinculan a los objetos de conocimiento de cada disciplina.

La lectura de textos de estudio hace que el lector tenga una postura en la que básicamente la atención se focalice en la extracción y retención de información y en la construcción del significado. En ese sentido, las actividades que se proponen implican la activación de estrategias que permiten al alumno responder a los requerimientos diversos que plantean las situaciones de estudio. Entre todas las actividades hay un centro de interés común (Egipto); cada actividad conlleva el incremento de los conocimientos del mundo del alumno para finalizar con un proyecto en el que el podrá transferir lo aprendido. Se cree que a través de un centro de interés, especialmente ante estas situaciones académicas, se promueve en el alumno la inquietud necesaria por querer saber más del objeto de conocimiento para lograr mayor precisión en la incorporación y trasmisión de los contenidos.

En definitiva, la finalidad de esta propuesta es que el alumno intervenga activamente en los procesos de lectura y escritura usuales en el ámbito académico para mejorar sus aprendizajes.