Actividad 9

Actividades 9.1.a y 9.1.b

a. Observá el título y subtítulos de un texto:
 

b. Contestá las siguientes preguntas:

  1. ¿Sabés qué es una crónica?
  2. ¿De dónde viene el término crónica?  Respuesta:
  3. ¿De qué pueden tratar las crónicas?
  4. ¿Qué te indica el número romano I?  Respuesta:
  

Actividades 9.1.c y 9.1.d

c. Leé nuevamente el subtítulo Cafés de la Plaza Independencia, ¿a qué se referirá ese texto?

Anotá aquí tu respuesta:……………………………………………………………………………………..

d. Ahora leé todo el texto:

Crónicas

 

por Juan Antonio Varese


CRÓNICAS URUGUAYAS

I – DEL PASADO MONTEVIDEANO

Cafés de la Plaza Independencia

   En el Uruguay, octubre se ha transformado en el Mes del Patrimonio Cultural. Durante 24 horas los uruguayos salimos a recorrer y descubrir –o redescubrir– aquellos museos, monumentos, residencias o parajes que conservan vestigios de nuestra historia y nos permiten encontrar nuestra identidad.

   Sin embargo, y en comparación, son pocos los lugares emblemáticos que han conservado la memoria del modus vivendi de nuestra sociedad; es mucho más fácil recordar un nombre, una batalla o la firma de un documento, que los fenómenos sociales que caracterizaron una época. No se los puede encerrar en una vitrina, ni reciclar con un lavado de arena y agua. Por ello son fáciles de perder en la vorágine de la evolución social.

   Es así que caminando por la Plaza Independencia, no puede menos que sorprender el cambio que este escenario ha tenido en el espacio de cien años. Hoy, ya en el siglo XXI, parece increíble que estemos hollando el mismo suelo que pisaron nuestros abuelos o bisabuelos en los albores de la centuria pasada.

   Ya no están las recovas originales de La Pasiva, con ese universo bullicioso de vendedores de lotería, paseo a donde abrían sus puertas los famosos cafés, que se sucedían uno detrás del otro, en un espacio inusitadamente reducido.

   Reunía ambientes para todos los gustos, y a pesar de que alguno podía ser francamente opuesto a otro, coexistían en forma relativamente pacífica, sin grandes enfrentamientos.

   Allí estaba el Gran Sótano de la Independencia, en Juncal y Sarandí, de Manuel Martínez, que en verano ponía sillas bajo los arcos de La Pasiva y lo promocionaba como el Recreo más elegante de la ciudad. Sin embargo, dos fueron los que más brillaron: el Británico y el Tupí Namba.

   El Café Británico era el centro de la bohemia extrema, donde los inconformistas se entregaban a discusiones propias de los sofistas, alrededor de las mesitas de mármol, desde las ocho de la noche hasta la una de la mañana, consumiendo solo un café (que era lo que sus exiguas economías permitían). Su aspecto, en clara confrontación con los usos de la época, de melenas al viento y corbatas a “lo Lavallier”, condecía con sus actitudes, extravagantes y pomposas, que llegaban a veces a causar desórdenes que incidentalmente terminaban con una corta visita a la comisaría de la zona, donde eran recibidos con condescendencia por el titular de turno. Nombres como el de Pantaleón Dura, Casaravilla Lemos, Federico Castellanos, Llorca, Bernardo Queirolo y otros, se podían encontrar entre los habitués a las peñas del lugar. También eran frecuentes las partidas de ajedrez, donde el maestro Vargas era la estrella, y sus oponentes, generalmente amigos, trataban de ponerlo en dificultades, intentando destronarlo de su invicta corona.

   Al otro extremo, se encontraba el Café Tupí Namba, en la esquina de Juncal y Buenos Aires. Representaba el sello de Montevideo, tanto en lo nacional como en lo internacional. Su dueño, Francisco San Román, había logrado la síntesis que aun hoy se persigue: calidad, elegancia y amabilidad en el servicio a sus clientes. Su local, tanto en su inauguración, el 8 de mayo de 1889, como en su posterior reforma de 1911, se distinguía por la elegancia, el lujo y el buen gusto de su decoración. Pero a ello agregaba el sello personal de la calidad del café que allí se servía y la atención permanente del dueño, quien se mantenía en constante contacto con el visitante, haciéndolo sentir que era un ser único en ese lugar. San Román supo también reunir todo tipo de público, allí se encontraban los actores que trabajaban en el Teatro Solís, situado justo enfrente, figuras políticas, literarias, periodistas, cantantes de tango, integrantes de la alta sociedad, figuras del deporte, familias de la clase media y trabajadora. Pareciera que don Francisco había interpretado el momento histórico que le había tocado presenciar; aquel donde el monopolio principista, de la sociedad de “los doctores”, del “positivismo”, daba lugar a una reforma social en donde nuevas clases sociales comenzaban a tener acceso a beneficios antes solamente reservados a algunos privilegiados. Podríamos decir que fue un café “pluriclasista”. Tan grande fue su impronta, que no se circunscribió a la capital, sino que se extendió al Interior del país, donde surgieron establecimientos con el mismo nombre que intentaron llevar tierra adentro el prestigio del café de la Plaza Independencia; tal fue el caso del Tupí Namba de Carmelo, inaugurado en 1891. También en el exterior se extendió su fama, y turistas de la República Argentina y otros países llegaban hasta sus puertas a conocerlo y deleitarse con su néctar de moka. Fue tal el prestigio y el peso social que tenía el Tupí Namba que, cuando en 1959, víctima del desarrollo urbano, se decidió la demolición del edificio, la ciudadanía y la prensa del momento protagonizaron una reacción de revalorización de ese pasado bohemio y soñador, presentando incluso una iniciativa ante el Consejo Departamental de entonces, que dio por resultado la resolución del mismo, de fecha 21 de enero de ese año, por la que se decidía ceder al Tupí, en carácter de arrendamiento, una zona del ala del Teatro Solís, ocupada entonces por el Museo de Historia Natural. Desgraciadamente no se pudo evitar su desaparición.

    Hoy, caminando por la plaza, parados al lado del Mausoleo a nuestro prócer Gral. Artigas, miramos a nuestro alrededor y no podemos más que preguntarnos qué pasó con aquel patrimonio. Dicen los sociólogos e historiadores que la sociedad uruguaya es melancólica, que siempre mira hacia atrás, que es una característica muy nuestra el pensar que todo pasado fue mejor; pero en un mes como el de octubre, donde se revalorizan nuestras raíces, no podemos evitar buscar, en medio de esta plaza, aquel mundo bullicioso e idealista, del que nada ha quedado; no hay un signo, una placa conmemorativa, nada, solo el Teatro Solís que busca a aquellos compañeros que ya no están.

Actividad 9.2.a

Buscá en el texto las expresiones que te permitan saber la nacionalidad del cronista.

Anotalas en el cuaderno.

Actividad 9.2.b

Elegí una de las opciones y completá el enunciado.

 

El cronista es

Actividad 9.2.c

Identificá en el texto el escenario que describe el cronista. Te damos cuatro opciones, una es la correcta:

Plaza Matriz

Plaza Treinta y Tres

Plaza Independencia

Plaza Zabala


Actividad 9.2.d

Seleccioná cuál es el término más abarcador. Tenés que marcar la palabra que incluye a las otras.

Nuestra historia

Nuestra identidad

Nuestros abuelos

Nuestro alrededor

Nuestras raíces


Actividad 9.2.e

Compará las opciones de la tarea anterior, anotá en este recuadro la palabra que se repite :

Estas palabras se denominan  posesivos.

  
Actividad 9.3

En la tarea anterior se vio que el escritor escribe en primera persona del plural; de esto se desprende una serie de conclusiones. Completá estas conclusiones. Para ello te damos un listado con varias opciones, algunas son correctas y otras incorrectas.

 

  1. El cronista manifiesta más     
  2. El cronista demuestra  mayor
  3. El cronista se detiene  en 
  4. El cronista explora en 

Actividad 9.4

En el siguiente enunciado escribí a qué se hace referencia con la expresión subrayada.

Hoy, ya en el siglo XXI, parece increíble que estemos hollando el mismo suelo que pisaron nuestros abuelos o bisabuelos en los albores de la centuria pasada.

Actividad 9.5

A partir de la información que se solicita, seleccioná datos del texto para completar el siguiente cuadro.

café

Británico

Tupí

ubicación

 

 

valoración

 

 

público

 

 

servicios

 

 

otras características

 

 

             

Actividad 9.6

Ahora quien tiene que escribir una crónica sos tú. Para ello realizá las siguientes acciones:

a. Mirá el siguiente video:

 

b. Imaginá que participaste del evento inaugural del teatro Solís al que se hace referencia en el video.

c. Inventá una crónica en la que presentes detalles sobre la ubicación temporal y espacial, el espectáculo, las costumbres de la época, el público, la vestimenta, etc.

d. Escribila.